Así es mis amigos, para salir más o menos bien librado de una discusión con una mujer, es necesario utilizar algunas reglas, es la única manera de sobrevivir!!.
Regla número 1.
No trate de convencerla, pase lo que pase. El ganador no es usted ni el que tiene la última palabra, ni el que logra sacudir la confianza del otro. Para ahorrar tiempo, es más fácil admitir su error o simplemente asumir que ella tiene razón, pero con la advertencia "Si, tienes un poco de razón", y luego añadir algo así como "Y ahora vamos a pensar juntos, porque ..." y poco a poco plantear tus argumentos.
Regla número 2.
Olvídese de la frase "No entiendo lo que quieres decir", y similares. Incluso si ella le plantea su punto de vista, con argumentos delirantes y un conjunto de palabras sin sentido. Nunca debe admitir que no la entiende. En primer lugar, la re-presentación no la hace más comprensible. En segundo lugar, una mujer, especialmente enojada, lo último que hace, es pensar en lo que esta diciendo. Pero es casi seguro que lo van acusar a usted de que no la entiende. La versión correcta es la siguiente: "Te comprendo, pero me gustaría entender mejor lo que está pasando ...".
Regla número 3.
No levantar nunca la voz. Esto conduce inevitablemente a la pregunta "¿Por qué me gritas!" Y un sin fin de debates sobre tu falta de madurez, y es la via segura para convertirte en un patán, y a ella en la víctima. Trate de hacer todo lo contrario: si una mujer, se enoja y te levanta la voz, siempre puedes decir: "Asi no puedo hablar con tigo." Entonces ella tratara de que no tomes una ventaja temporal.
Regla número 4.
Nunca critique la inteligencia de las mujeres en un conflicto, ni siquiera indirectamente. Se debe Ir en sentido contrario: "Bueno, tú eres una mujer inteligente, y seguro que podemos resolver este problema mucho mejor..."
Regla número 5.
Nunca utilice ejemplos abstractos, tan de moda en los artículos psicoanalíticos. jamas digas cosas como "Imaginemos que tu eres el azúcar y yo la sal!" La lógica de la Mujer está diseñada, para que en cualquier abstracción que utilices, ella encontrara la confirmación de que eres incoherente a la hora de resolver problemas, y en este campo no la convenceras jamas. Siempre debe ser claro e inequívoco.
Regla número 6.
Jamas comparar sus palabras con la opinión de tu madre, tu abuela o tu ex novia. Que es lo trivial y obvio en el calor de una discusión. olvidate de eso!!. Traiga siempre las opiniones de aquellas personas que son respetadas por su compañera, no por usted.
Regla número 7.
En la lógica de las mujeres, cada palabra puede ser revisada, refutadas y rechazada. No se fíe de las palabras "Bueno, tú misma dijiste que ...", "Pero fuiste tu la que....", "¿Y qué quieres que haga?". Así que trate de no caer en esas trampas.
Regla número 8.
No se distraiga del tema principal. Las mujeres suelen utilizar tácticas, tales como: ¿por qué cambias de conversación?" La forma más fácil para bloquear tales provocaciones son el reconocimiento de su error: "Sí, soy culpable, me aseguraré de que no vuelva a ocurrir" Luego, cuando llegue la respuesta deseada y se relaje, puede volver al tema.
Regla número 9.
No utilizar frases largas y complejas. El argumento debe caber de una o dos frases. No debes decir palabras innecesarias, para que la mujer no puede encontrar ningún error!
Regla número 10.
No se olvide del sentido del humor. Siempre es bueno suavizar los momentos desagradables en la conversación, por lo demás, sin excepción, las mujeres aman a los hombres ingeniosos, y los perdonan.
Regla número 11.
Pon en practica la técnica del 5 contra 1. Por cada cosa mala que ocurra en tu relación, haz 5 que merezcan la pena.
Regla número 12.
Debes llegar a un acuerdo. Poco sirve una discusión si no se llega a un acuerdo o a una conclusión. Si solo discutimos con una mujer para dar salida a las frustraciones o como mero desahogo, es tiempo perdido. Hay buscar siempre lo positivo de una discusión, en qué hemos fallado, cómo podemos evitar que vuelva a suceder o cómo hacer que la próxima vez sea menos grave. Si no podemos cumplir con lo que se nos pide, podemos pensar en soluciones alternativas, o simplemente hacerle ver a la otra persona por qué lo que nos pide es imposible para nosotros. Hay que ser sinceros en esto.
Regla número 13.
No trates de forzarla a que ella haga lo que tu quieres. Las diferencias son las que permitan que surjan capacidades emergentes que no tenemos de forma individual. Puede que tu pareja no haga las cosas como quieres o como deberías. Es normal que se lo hagas saber, o que quieras que cambie, pero tienes que asumir de antemano dos cosas: 1. Es posible que no cambie nunca, 2. Puede que cambie pero no al ritmo que tu quieres
Regla número 14.
No trates siempre de ganar las discusiones. No es un juego de ganar o perder. En una discusión, si uno gana y otro pierde, lo que es seguro es que la relación pierde. Puede que tengas muy buena capacidad dialéctica y con ciertas artimañas lleves el agua a tu terreno. Es inútil. Eso no es ganar. Eso es perder, tú, tu pareja y la relación. Guarda tus habilidades dialécticas para negociar un aumento de sueldo. Una discusión de pareja debería tener siempre el objetivo de hacernos mejores y hacer mejor nuestra relación.
Regla número 15.
Siempre cuida mucho las formas. Y esto tiene que ver también con la regla número 3. Es muy muy fácil perder los estribos en una discusión. Jamas, pero jamas llegues al caso extremo de la violencia física. Se puede ser muy directo y a la vez muy respetuoso en una discusión de pareja. Sin embargo, hay cosas que no debemos decir, cosas como siempre, nunca, tu obligación, me debes, etc.. Debemos dejar tiempo a la otra persona para expresarse sin que sea interrumpida por nuestras opiniones. No hacer gestos de desaprobación. Piensa si dirías lo mismo si otros te estuvieran viendo o escuchando.
Regla número 16.
Debes ser responsables de tus actos y asumirlos. Esto es lo más difícil de todo. Da igual el sexo. A nadie nos gusta reconocer que nos hemos equivocado. Pero lo hacemos. Constantemente. ¡Qué mas da quien haya tenido la culpa! Seguro que tú has tenido parte de ella. Asúmelo y discúlpate. Toma la iniciativa. Haciéndolo con humildad, debes reconocer que no eres perfecto. La otra persona estará, no solo en disposición de perdonar, sino también mucho más dispuesta a pedir perdón, y a reconocer sus propios errores.
Y por último: en una discucion con una mujer siempre hay que tener en cuenta lo siguiente:
!No discutas! No puedes ganar, no le puedes ganar a una mujer en una discusión. Es imposible, no puedes ganar. Nosotros llevamos una desventaja en lo que a discutir se refiere.
Es más, es el equivalente en humanos a la lidia de toros. Es un arte sangriento, horrible, cruel, injusto y eventualmente inútil, porque todos sabemos en qué termina: el toro va a perder. Lo mismo te va a pasar a ti.
La mujer es el equivalente a un ejército moderno e imparable; ella tiene tanques, misiles de largo alcance, espionaje militar, mejores armas, soldados mejor entrenados, super tecnología. ¿Nosotros? Somos una bola de inútiles guerrilleros atrincherados con hondas.
Sin embargo, una piedra puede desencadenar una terrible avalancha.