(PL) Obtenido a partir del grafito y compuesto por átomos de carbono unidos en forma hexagonal, su disposición en el espacio, según describen los investigadores, es similar a un panal de abejas.
Para más precisión detallan que miles de láminas de grafeno representan un milímetro y con un solo gramo se podrá cubrir un campo deportivo.
Sus descubridores, los científicos de origen ruso Andre Geim (1958) y Konstantin Novoselov (1974), merecieron el pasado año el Nobel de Física por sus estudios sobre este revolucionario compuesto.
El grafeno es un nuevo material, extremadamente delgado y resistente que, como conductor de la electricidad, se comporta como el cobre, y como conductor de calor, supera a cualquier otro conocido.
Es casi transparente y tan denso que ni siquiera el helio, el átomo de gas más pequeño, puede atravesarlo, explicó la Fundación Nobel en 2010 en la justificación de su Premio.
Desde entonces suscitó el interés de especialistas de investigación y desarrollo de las grandes compañías de las telecomunicaciones, entre ellas la estadounidense IBM y la transnacional Nokia.
Su desarrollo intenta dar un giro en el mercado en la presente centuria. Presumen que será la panacea del siglo XXI, pues no sólo es muy resistente y duro, sino además es flexible o sea, se puede hasta enrollar.
El empleo en la industria como fuente para diferentes usos aportará beneficios tanto para las empresas como para los consumidores, que tendrán a la mano dispositivos más rápidos y baratos.
Estará en todas partes como el plástico, porque la amplitud de su aplicación es enorme, más allá del ámbito electrónico, auguran.
Prototipos de teléfonos enrollables se presentan ahora entre las principales novedades, que dejarán a un lado los actuales.
Incluso proponen excentricidades como modelos para ser llevados detrás de la oreja, a pesar de las críticas de cuál es el beneficio de portar un dispositivo en esa zona del cuerpo.
Hasta donde llegue la imaginación
También se podrán confeccionar transitores de alta velocidad, pantallas de dispositivos electrónicos, paneles solares, así como diodos orgánicos emisores de luz y celdas fotoeléctricas por su alta conductividad y transparencia.
Otra de sus aplicaciones será la industria farmacéutica, pues lo consideran ideal para trasportar a la sangre medicamentos de forma constante.
Vacunas y productos inyectables de liberación prolongada podrán ser reformuladas y utilizar el grafeno como uno de sus vehículos.
La industria de la moda proyecta nuevos diseños a partir de la elaboración de tejidos con dispositivos incorporados que monitorean signos vitales.
Más allá de las ultramodernas técnicas investigativas con equipos de alta precisión, los creadores esbozan gafas nocturnas con sensores a partir de este compuesto para detectar radiaciones de infrarrojo en la oscuridad.
La introducción del grafeno en la industria es uno de los seis proyectos Flagship que encabeza la unión europea para ser desarrollados en la presente década, sin embargo, muchos especialistas coinciden que a pesar de las grandes inversiones para su puesta en práctica, es necesario tener cautela.
Algunos escépticos estiman que no se podrá lograr todo lo esperado de este material. La práctica dirá.
fuente:lr21.com